miércoles, 20 de febrero de 2008

Sonríe

Tenía las manos entumecidas por el frío, intentaba calentármelas exhalando, pero parecían no reconocer mis estímulos, estaba nervioso, el tren no llegaba y yo estaba allí; sentado en un banco de la andana con mis piernas tiritando, no se veía a nadie en la estación, sólo se escuchaba el quejido del viento, era de noche e iba a llegar muy tarde a mi destino, tenía la sensación de llevar esperando una eternidad...

...entonces me fijé en aquella postal que me envolvía y vi que los carteles, las señales,... todo estaba deteriorado, envejecido, había maleza en la vía, era una estación abandonada, pero; ¿cómo podía ser?

...en aquel momento me levanté asustado de aquel banco oxidado mientras notaba vibrar algo dentro del bolsillo de mi cazadora, era un mensaje de texto que había llegado a mi móvil, lo miré y...

Hay una puerta por la que pueden entrar la buena o la mala fortuna, pero tú tienes la llave.

...y sonreí.

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